Viaje a Italia, un antes y un después en el CIA de María de Sevilla

IMG-20160207-WA0007No hay palabras para describir la sensación de felicidad de los niños que han ido este febrero al viaje a Italia organizado por el Grupo Montaigne. Era la primera vez que el colegio organizaba algo así, pero contaba con la ayuda y la experiencia de más de 15 años de los colegios de Madrid y de Albacete, pertenecientes al Grupo Montaigne. También viajaría con nosotros Raúl, un guía con más de tres décadas en viajes por Italia.

El 4 de febrero salíamos llenos de nervios y alegría rumbo a Madrid, donde hicimos noche en la lujosa Residencia Master Home que el grupo Montaigne posee cerca del Santiago Bernabéu. El día 5 por la mañana nos unimos a los Colegios Patrocinio de San José de Madrid y CIA de María de Albacete y volamos rumbo a Milán, donde visitamos la ciudad y su famoso Duomo.

Desde Milán emprendimos rumbo a la Toscana, visitando la torre inclinada de Pisa, su catedral y su baptisterio. Al anochecer nos dirigimos hacia Florencia, cuna del Renacimiento, en la que estuvimos dos días de ensueño contemplando por sus cIMG-20160207-WA0005alles y museos obras tan sorprendentes como la magnífica cúpula de Santa María de las Flores de Brunelleschi, el David de Miguel Ángel, El nacimiento de Venus de Botticcelli, la majestuosa Plaza de la Señoría o el Palacio Pitti, entre otras muchas. Sólo por ver esas obras merecería ya la pena el viaje. Pero aún estábamos en el ecuador y nuestros alumnos se relacionaban a las mil maravillas con los alumnos de Madrid y de Albacete. A ello ayudó también una salida nocturna a una conocida discoteca de la ciudad del Arno, donde todos bailamos al son de la música del momento. ¡El viaje iba de lujo!

De Florencia pusimos rumbo a Roma, no sin antes visitar una de las joyas de la región, el pueblo de las 72 torres, San Gimigniano, que vigila desde su altura y su pose medieval el corazón mismo de la Toscana. Allí degustamos el considerado y archipremiado mejor helado del mundo, que se vende en una heladería de la plaza principal y al que nadie puede resistirse por muy bajo que anden los mercurios.

Después de San Gimigniano llegó Siena, con su majestuosa catedral de la Asunción, sus mármoles blancos y verdosos, relucientes, y su inconfundible estilo gótico que la levanta desde el suelo y la eleva directa al fin del orbe… También vimos sus antiquísimos códices, su plaza-hipódromo y sus medievales calles que te trasportan a otro tiempo, en el que el ruido de los cascos y caballos anuncian a los jinetes la llegada del Palio y de la gloria.

IMG-20160209-WA0011Cuando no nos habíamos aún repuesto de tanto arte y esplendor, se presentó Roma como una loba antigua que amamanta de historia a los viajeros. Roma es distinta a todo, te envuelve eternamente y te fascina como ninguna otra. En Roma vimos tantas cosas que es imposible nombrarlas. Pero basta decir que visitamos los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina, la Plaza de San Pedro, las Catacumbas, el Colliseo, los foros romanos, y fuimos a cenar al famoso barrio del Trastévere, dejando atrás el Panteón, la Fontana de Trevi y puentes y paseos sobre Tíber abarrotados de soberbias esculturas de Bernini, Miguel Ángel o Borromini.

El día 10 volvimos a Madrid. Nuestros alumnos se despidieron, tristes, de los alumnos de Madrid y de Albacete, pero con la promesa de que aquello sería una amistad duradera, consagrada y celebrada en próximas quedadas para las que incluso fijaron fechas.

Volvimos a hacer noche en la Residencia Master Home, propiedad del Grupo Educativo Montaigne, y el día 11 por la mañana cogimos el ave de vuelta a Sevilla, pero aún con los sueños y el pensamiento puesto en la bella Italia, recuerdo difícil de olvidar ni siquiera con el paso de mil años. Pero nos queda el consuelo de que el año que viene volveremos con nuestros alumnos de Primero de Bachillerato, porque la apuesta del Grupo Educativo Montaigne por la cultura es como Roma, eterna.

Pedro Moriche, Profesor del Colegio CIA María Sevilla. Grupo Montaigne.